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Ving Tsun: El Mapa sin Leyenda?

Wing Chun, VIng Tsun Converse Texas

Quiero destacar que las palabras aquí expresadas son absolutamente el reflejo de mi sentir y de lo que he podido percibir a través de todos los años como practicante de Kung Fu, específicamente de Ving Tsun. El Ving Tsun es un arte marcial que, a primera vista, puede parecer un conjunto de ejercicios aislados, una serie de movimientos repetitivos y mecánicos sin conexión aparente entre sí. Sin embargo, aquellos que se detienen en la superficie, que memorizan las formas y drills sin comprender la estrategia que subyace, se quedan atrapados en una ilusión. La verdad es que cada ejercicio de Ving Tsun está profundamente ligado a una estrategia de combate específica, y sin esta comprensión, el arte marcial pierde su esencia.

Los ejercicios en Ving Tsun no son meras repeticiones mecánicas; son expresiones físicas de principios estratégicos. Pero, para poder descifrar su verdadero significado, es necesario comprender el “lenguaje” del Ving Tsun, algo que solo puede lograrse a través de una relación auténtica con un maestro que sirva como guía. El maestro, en este sentido, es como una leyenda en un mapa: sin su guía, los caminos parecen desconectados, sin sentido. El verdadero valor de los drills reside en cómo se enlazan entre sí para formar una estrategia cohesiva.

Imagina que el Ving Tsun es como un mapa detallado de una ciudad antigua, lleno de caminos, callejones y rutas que parecen llevar a ninguna parte. Sin una leyenda que explique qué significa cada símbolo, cada línea, el mapa es solo una serie de trazos sin valor real. Los ejercicios del Ving Tsun, si se practican sin comprender la estrategia detrás de ellos, son como seguir rutas en ese mapa sin saber a dónde te llevan. Solo con la leyenda—la enseñanza y guía del maestro—cada ejercicio cobra vida, revelando su propósito y cómo se conecta con los demás.

El error común que muchos cometen es aprender el abecedario del Ving Tsun, memorizando los movimientos y secuencias, pero nunca llegando a entender el “idioma” completo. Sin la comprensión de la estrategia detrás de los ejercicios, no hay posibilidad de aplicarlos eficazmente en un combate real. Es como conocer todas las letras del alfabeto, pero ser incapaz de formar palabras y frases con ellas. Esto lleva a muchos practicantes a esconderse tras su linaje o la reputación de su maestro, protegiéndose con una cortina de misticismo que da la falsa impresión de conocimiento. Sin embargo, la verdad es que sin comprensión profunda, toda esa fachada se desmorona en la realidad del combate. Cabe destacar que mi argumento no es atacar el concepto de seguir un linaje, ya que personalmente represento con orgullo el linaje de Yip Man-Moy Yat-Moy Don.

Precisamente como representantes de un linaje, recae sobre nosotros la responsabilidad de hacer las preguntas honestas y necesarias, con el fin de representar nuestro linaje dignamente. No debemos evitar hacer preguntas por el temor de parecer que no sabemos o por no lucir como el único estudiante con dudas en el salón de clases. El linaje pierde su prestigio cuando no lo representamos con dignidad y honestidad. Es nuestra tarea preservar su integridad al buscar un entendimiento profundo y genuino, en lugar de conformarnos con una apariencia superficial de conocimiento.

Muchos se conforman con la superficialidad, aferrándose al prestigio de haber aprendido bajo un maestro reconocido, o al misticismo que rodea al Ving Tsun como un arte antiguo y secreto. Pero esta mentalidad es peligrosa, porque reemplaza la búsqueda genuina del entendimiento con una falsa seguridad basada en el “pedigree”. Sin el entendimiento de la estrategia que cada drill representa, el practicante está condenado a repetir movimientos vacíos, incapaz de aplicarlos cuando realmente importa.

Aprender Ving Tsun es como tener un mapa lleno de rutas y caminos, pero sin la leyenda que explica cómo navegarlo. El maestro no solo enseña los caminos, sino que revela la leyenda que permite entender cómo todos los elementos se conectan. Sin esa guía, el viaje marcial queda incompleto, y el practicante se pierde en un laberinto de movimientos sin propósito. En última instancia, el verdadero conocimiento en Ving Tsun no proviene de la cantidad de drills que uno conoce, sino del entendimiento profundo de cómo cada uno de ellos encaja en una estrategia mayor.

La práctica sin comprensión es una receta para el fracaso. Es la comprensión estratégica, esa “leyenda del mapa” que el maestro provee, lo que convierte a un simple practicante en un verdadero artista marcial. Solo a través de esta comprensión se puede trascender la mera técnica y alcanzar la maestría en el Ving Tsun, un arte marcial que, cuando se comprende en su totalidad, revela una profundidad y eficacia que pocos pueden igualar.